Si los países actúan ahora, los niños nacidos hoy podrán ser más saludables, prósperos y productivos
Vista
BALI, Indonesia. Una nueva investigación del Banco Mundial ofrece a los diseñadores de políticas públicas evidencias claras de que proporcionar a los niños mejores condiciones de salud y educación puede elevar significativamente el ingreso de las personas y de los países, con beneficios a largo plazo.
El Índice de Capital Humano (ICH), presentado en las Reuniones Anuales del FMI-Banco Mundial, muestra que el 56 por ciento de los niños que nacen hoy en día en todo el mundo perderá más de la mitad de los ingresos potenciales de su vida debido a que los gobiernos no están haciendo inversiones eficaces para garantizar una población saludable, educada y con capacidad de resiliencia, lista para los trabajos del futuro.
El capital humano -la suma de los conocimientos, aptitudes y salud que una población acumula a lo largo de su vida- ha sido un factor clave para explicar los índices sostenidos de crecimiento económico y reducción de la pobreza en muchos países durante el siglo XX, especialmente en Asia Oriental.
“Para las personas más pobres, el capital humano es a menudo el único capital que tienen”, dijo el Presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim. “El capital humano es un motor clave del crecimiento sostenible e inclusivo, pero la inversión en salud y educación no ha recibido la atención que merece. Este índice crea una línea directa entre mejorar los resultados en salud y educación, productividad y crecimiento económico. Espero que impulse a los países a tomar acciones urgentes e invertir más, y más efectivamente, en su gente”.
“El estándar está subiendo para todos”, agregó Kim. “Construir capital humano es imprescindible para que todos los países, de todos los niveles de ingreso, puedan competir en la economía del futuro”.
El estudio muestra que América Latina y el Caribe tuvo un buen resultado en los indicadores que miden las condiciones de salud infantil y tiene una alta tasa de supervivencia en la vida adulta, así como niveles relativamente bajos de retraso en el crecimiento. Aun así, en lo que respecta a la educación, sus alumnos tienen un bajo desempeño en todas las materias evaluadas bajo el Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), realizado por la OCDE. Además, el 20 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 24 años están fuera de la escuela o sin trabajo, mientras que las comunidades vulnerables, incluida la población indígena, tienen mayores índices de retraso en el crecimiento debido a la malnutrición crónica. Esto también subraya la urgencia de crear un entorno favorable a la creación de puestos de trabajo, especialmente para jóvenes, mujeres y poblaciones vulnerables.
El Índice de Capital Humano mide la cantidad de capital humano que un niño nacido hoy puede esperar conseguir para cuando cumpla 18 años, según los riesgos de salud y educación existentes en el país donde vive. Para cada uno de los países, el índice mide la distancia a la frontera de una educación completa y salud plena para un niño que nace hoy. La medición incluye:
Supervivencia: ¿Sobrevivirán los niños que nacen hoy hasta la edad escolar?
Escuela: ¿Cuántos años de escolarización completarán y cuánto aprenderán?
Salud: ¿Terminarán la escuela en buen estado de salud, listos para seguir aprendiendo o trabajar como adultos?
El ICH refleja la productividad, como trabajador futuro, de un niño nacido hoy, comparada con la de esa misma persona si tuviera salud plena y una educación completa y de alta calidad, en una escala de cero a uno, siendo uno el mejor resultado. Un país con un puntaje de 0,5, por ejemplo, significa que sus ciudadanos, y el país en general, están desaprovechando la mitad de su potencial económico a futuro. Calculado a lo largo de 50 años, esto se traduce en graves pérdidas económicas: una pérdida anual de 1,4 por ciento en el crecimiento del PIB.
El índice clasifica a los países según el lugar que ocupan en términos de productividad de la próxima generación de trabajadores. En América Latina y el Caribe, Chile ha logrado grandes avances en capital humano y está por encima de los otros países de la región: un niño que nace hoy en Chile tendrá el 67 por ciento de la productividad laboral que podría tener si se le proporcionara una educación completa y salud plena. En países como Argentina, Colombia, Ecuador, México, Perú o Uruguay, los niños nacidos hoy tendrán, una vez que sean adultos, el 60 por ciento de la productividad que tendrían si se les proporcionara una educación completa y salud plena.
“América Latina ha avanzado de manera significativa en cuanto a desarrollo humano en los últimos 25 años, pero aún queda mucho por hacer en pos de mejorar la calidad de la educación, proporcionar las habilidades laborales adecuadas para ayudar a las próximas generaciones a tener éxito en la vida y promover la participación femenina en la fuerza laboral”, dijo el Vicepresidente regional del Banco Mundial, Jorge Familiar.
Hay experiencias que muestran que el progreso es posible. Polonia llevó a cabo reformas educativas entre 1990 y 2015, logrando una de las mejoras más rápidas en las evaluaciones PISA de los países de la OCDE. Vietnam recientemente encabezó el puntaje PISA promedio de la OCDE. Perú logró reducir a la mitad su índice de retraso en el crecimiento infantil, de 28 por ciento en 2005 a 14 por ciento en apenas ocho años. Pero el índice revela que queda muchísimo por hacer.
El índice forma parte del Proyecto Capital Humano del Grupo del Banco Mundial, que considera al capital humano como un motor principal hacia el crecimiento inclusivo. Además del índice, el Proyecto Capital Humano incluye un programa para fortalecer la investigación y la medición del capital humano, así como apoyar a los países para que logren resultados más rápidamente.
Unos 28 países (*) de distintas regiones y niveles de ingreso han anticipado su interés por participar en el Proyecto, creando centros de coordinación dentro de sus gobiernos para trabajar con el Grupo Banco Mundial. Estos países han comenzado a ocuparse de mejorar el diálogo sobre políticas de capital humano entre los ministerios competentes e identificar prioridades nacionales para acelerar los avances en capital humano, teniendo como base los planes de desarrollo de cada país.
El índice está incluido en el próximo Informe sobre Desarrollo Mundial 2019 sobre la Naturaleza cambiante del trabajo, que aborda la importancia de invertir en capital humano para estar preparados ante los empleos del futuro.
Los primeros 28 países en adoptar el Proyecto son Arabia Saudita, Armenia, Bután, Costa Rica, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Filipinas, Georgia, Indonesia, Irak, Jordania, Kenia, Kuwait, Lesoto, Líbano, Malaui, Marruecos, Pakistán, Papúa Nueva Guinea, Perú, Polonia, Ruanda, Senegal, Sierra Leona, Túnez, Ucrania, Uzbekistán.
Comentarios
0 comment