Reyes y Hanley bordean las curvas de buenas carreras que prometían más

SANTO DOMINGO. Desde que el desarrollo precoz sacó sus nombres del anonimato a principios de la década pasada, José Reyes y Hanley Ramírez han provocado recurrentes comparaciones, una que el tiempo demostró el santiaguero ha sido más versátil con velocidad y defensa y el samanense un bateador de poder.

Nacidos el mismo año (1983, Reyes 195 días primero), ambos alardean de un título de bateo en su resumé, han jugado en equipos de ambas ligas, coincidieron en la novena criolla campeona del Clásico Mundial 2013 en un tramo de década y media que ha reportado a cada uno más de US$140 millones en ingresos.

Hoy Ramírez se apresta salir de los Medias Rojas, el equipo para el que el escucha venezolano Levy Ochoa convenció a la directiva de firmarlo con 16 años por US$20 mil en el 2000. Y Reyes hace una larga fila para encontrar turnos con los mismos Mets que lo reclutaron a través de Eddy Toledo en 1999 por US$22 mil.

Baseball-Reference, enciclopedia digital de consulta obligatoria, coloca a Ramírez sobre Reyes medido en victorias sobre jugador reemplazo (WAR) por 38.0 a 35.9.

Son dos carreras que pueden no haber topado el Everest que proyectaban, con accidentes por el medio desde físicos hasta los legales cuyas secuelas afectaron hasta el terreno, pero repletas de tantas luces que cualquier novato que debuta hoy se transaría.

Un principiante en béisbol no tiene que desmenuzar la hoja de Reyes en Baseball-Reference para impresionarse con las 16 categorías resaltadas en negritas, que indica son lideratos de su liga.

Además del de bateo (.337) en 2011 allí aparecen cuatro cetros de triples, tres de bases robadas, uno de hits, tres de apariciones, dos de turnos al bate y dos de atrapados en intento de hurto.

La Melaza es líder histórico en triples entre los quisqueyanos (128), solo César Cedeño (550) acumula más estafas que las 514 suyas en una carrera con cuatro apariciones en el Juego de Estrellas y un Bate de Plata en el campo corto (2006).

Debutó en Queens en 2003 un día antes de cumplir los 20 y allí estuvo hasta 2011. Con el cetro de bateo salió de Nueva York a la agencia libre, obtuvo un contrato de US$106 millones y seis años (2012-2017) con los Marlins, pero en 2013 pasó a Toronto, en 2015 a Colorado y en la temporada muerta de ese curso estalló el escándalo de violencia doméstica que los Rockies prefirieron pagar con él lejos de su club.

Los Mets le dieron la oportunidad de concluir con ellos las dos últimas campañas y el invierno pasado lo contrataron por US$2 millones para 2018 como utility y mentor del prospecto Amed Rosario.

Pero, a 10 días de cumplir los 35 años, los días de Reyes parecen estar contados. Sin posición, su pobre arranque (20-0) hipotecó su promedio de bateo y la irregularidad no le ha permitido mejorar su línea de bateo/OBP/slugging .147/.205/.428.

Con 30 años (2013) era candidato a los 3,000 hits (tenía 1,597) y 700 robos (llevaba 410) a pesar de que la salud en sus piernas y pantorrillas solo le permitió jugar cinco de sus primeras 11 campañas completas. Pero en lo adelante solo llegaron 508 imparables y de sus 89 robos.

En su campaña 14, Ramírez es un bateador de .290 y 374 dobles que tiene más jonrones (269), que George Bell (265), Roberto Clemente (240) y Carlos González (220). Hanley debutó con 21 años en 2005 con el Boston que tenía a Edgar Rentería de torpedero titular, con Manny Ramírez y David Ortiz como “caballos”. Los Red Sox lo enviaron a los Marlins en un cambio ganar-ganar junto a Aníbal Sánchez por Josh Beckett y Mike Lowell.

Para entender el potencial de Ramírez (un tres veces All Star), en cada una de sus primeras dos campañas en Miami se robó 51 bases, bateó .292 y .332 con 17 y 29 jonrones y 59 y 81 remolcadas.

Fue Novato del Año en 2005 y en 2006 estableció la marca de dobles a menor edad para un campo corto (46). La gerencia floridense relanzó el proyecto alrededor de su figura tras enviar a Miguel Cabrera a Detroit y otorgarle una extensión de US$70 millones por seis años.

Las 195 libras de 2005 comenzaron a subir hasta las 235 de hoy, la velocidad y versatilidad defensiva desaparecieron, ligados a las lesiones que lo han perseguido con algunas serias como hombro izquierdo (2007), codo derecho (2010), mano y corva (2013).

Mutuó de un torpedero promedio a un jugador de esquina y bateador designado, con un intento fallido en el bosque izquierdo de Boston.

Para 2012 pasó a los Dodgers y en media temporada bateó .345/20 HR/57 CE para revalorizar sus bonos.

Boston lo obtuvo previo a la campaña 2015 por US$88 millones y una opción para 2019 que se activaría si consumía este año 497 apariciones y garantizara US$22 millones. Los Medias Rojas lo colocaron en waivers, una lista de la que saldrá este fin de semana y es candidato a firmar con más de un equipo.