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PEKÍN. Frente a los aranceles que Donald Trump está imponiendo a los productos chinos, numerosas empresas del país se han visto obligadas a deslocalizar su producción a Vietnam o México, una consecuencia de la guerra comercial con Estados Unidos.
Washington, citando su enorme déficit comercial con China, impuso en julio y agosto aranceles del 25 % a productos chinos importados por valor de 50,000 millones de dólares anuales y tiene previsto imponer nuevos aranceles a productos por valor de 200,000 millones de dólares.
Para escapar a ellos, muchas empresas chinas han decido fabricar sus productos fuera del país, entre ellos fabricantes de neumáticos, de plásticos o de textiles, según las declaraciones comerciales consultadas por la AFP.
HL Corp, un productor de piezas de recambio para bicicletas, anunció el mes pasado el traslado de una de sus fábricas a Vietnam. El objetivo es “reducir y evitar” el impacto de los derechos de aduana estadounidenses, explicó el grupo, asegurando que la administración Trump ataca deliberadamente las bicicletas eléctricas chinas.
“Las tasas estadounidenses conducen inevitablemente a las empresas a ajustar su cadenas de suministro cuando, de un día para otro, son un 25 % menos competitivas”, observa Christopher Rogers, de la consultora comercial Panjiva.
La tendencia no es nueva porque la industria china ya está deslocalizando parte de su producción en el sureste de Asia para hacer frente tanto al encarecimiento de la mano de obra local como al endurecimiento de las normas medioambientales.
“Las tensiones comerciales sino-estadounidenses aceleran la tendencia” y este éxodo “alimenta los problemas de desempleo” en China, subraya Cui Fan, director de investigación de China Society of WTO Studies, un grupo de reflexión dependiente del gobierno.
Vietnam, Birmania y México
Los fabricantes Hasbro (juguetes), Olympus (cámaras fotográficas) o Deckers (zapatos) son algunas de las multinacionales que han sacado sus cadenas de producción de China. Pero ahora lo hacen también las propias compañías chinas.
Hailide New Material, que fabrica hilos industriales en un planta en Zhejiang (este), exporta la mayoría de su producción a Estados Unidos y a otros países.
“Actualmente lo producimos todo en China. Para evitar mejor el riesgo de medidas antidumping y el aumento de aranceles, hemos decidido, tras un largo examen, instalar una fábrica en Vietnam”, indicaron los dirigentes del grupo a sus accionistas el mes pasado.
La fábrica, una inversión evaluada en 155 millones de dólares, que debería incrementar en 50 % la producción de la compañía, tomará a cargo los productos destinados a Estados Unidos.
Hay otros ejemplos, como una compañía textil que se instalará en Birmania, un fabricante de colchones que abre un taller en Tailandia o un fabricante de motores que tendrá una planta en México, según declaraciones a bolsa de los distintos grupos.
Por su parte Linglong Tyre, una empresa de neumáticos, aprovechó un crédito a bajo interés para construir una planta de casi mil millones de dólares en Serbia, a las puertas de la UE.
La industria china de los neumáticos “vive una coyuntura sombría a causa de las fricciones comerciales”, explicó el grupo, citando una nueva investigación antidumping de Estados Unidos. “Una fábrica en el extranjero permite un crecimiento indirecto y escapa a las barreras comerciales”, asegura.
Gran parte de la industria de las bicicletas ya se está desplazando fuera de China, según HL Corp, que asegura que muchos de sus clientes ya se han ido a Vietnam.
Las bicicletas eléctricas chinas están el punto de mira de Estados Unidos pero también de la Unión Europea, que desde julio les aplica aranceles de entre 22 y 84 %, porque considera que las subvenciones públicas chinas al aluminio hacen caer artificialmente el precio de sus productos.
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