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WASHINGTON. El Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, reforzó hoy su presión sobre el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, al imponer sanciones contra miembros de su “círculo cercano”, como su esposa, Cilia Flores, y sus ministros de Defensa y Comunicación.
“El presidente Maduro confía en su círculo cercano para mantener su control del poder, a medida que su régimen sistemáticamente saquea la riqueza de Venezuela. Continuamos sancionando a sus socios más leales que permiten que Maduro refuerce su control sobre los militares y el Gobierno mientras el pueblo sufre”, indicó el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado.
Entre los sancionados, además de Flores, se encuentran la excanciller y actual vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez; el ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información, Jorge Rodríguez; el titular de Defensa, Vladimir Padrino López; y Rafael Sarria, considerado testaferro principal del jefe de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello.
Mnuchin agregó que el Tesoro “va a seguir imponiendo cargas financieras contra aquellos responsables del trágico declive de Venezuela y las redes y los testaferros que utilizan para esconder su riqueza ilícita”.
EE.UU. identificó también un entramado de empresas propiedad de Sarria: la Agencia Vehículos Especiales Rurales y Urbanos, C.A. (Averuca), con sede en Venezuela; Quiana Trading Limited, compañía basada en las Islas Vírgenes Británicas; y Panazeate, con sede en Valencia, España.
Como consecuencia de estas medidas, quedan congelados los activos que estas personas puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se prohíben las transacciones financieras con entidades o personas de EE.UU.
El Tesoro destacó como uno de esos activos propiedad de Sarria un avión privado Gulfstream 200, ubicado en Florida (EE.UU.) y con un valor estimado de 20 millones de dólares.
Casi a la vez que Washington anunciaba esta nueva ronda de sanciones contra Caracas, Trump pedía en su discurso ante la Asamblea General de la ONU ayuda internacional para “restaurar la democracia en Venezuela” y calificaba la crisis en el país caribeño como una “tragedia humanitaria”.
Venezuela sufre una profunda recesión económica y ha caído en una espiral de hiperinflación, con una estimación para final de año de 1.000.000 % de subida de precios.
Esta dramática situación ha obligado a millones de venezolanos a emigrar a otros países vecinos, como Brasil, Colombia o Perú.
Según cálculos de la ONU, 2,3 millones de venezolanos han abandonado su país por la crisis sociopolítica y, de ellos, cerca de un millón se han instalado en Colombia, adonde unos 35.000 venezolanos cruzan cada día, muchos en busca de bienes de primera necesidad y otros para emigrar de forma definitiva.
Precisamente hoy, Trump sostuvo una reunión bilateral con el nuevo presidente colombiano, Iván Duque, en los márgenes de la asamblea de la ONU.
Desde su llegada a la Casa Blanca en 2017, el mandatario ha impuesto sanciones económicas a numerosos altos cargos del Gobierno venezolano, incluido al propio Maduro en ese mismo año, y ha llegado a asegurar que no descarta una intervención militar internacional ante el deterioro de la situación.
El Tesoro estadounidense remarcó, no obstante, que este castigo “no es permanente” y que tiene como meta “cambiar el comportamiento” de Caracas.
“Estados Unidos ha dejado claro que considera suspenderlas (las sanciones) a las personas designadas que tomen acciones concretas y significativas para restaurar el orden democrático, rehúsen tomar parte en abusos de los derechos humanos, critiquen los abusos cometidos por el gobierno y combatan la corrupción en Venezuela”, precisó Mnuchin.
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