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SANTO DOMINGO. Hace poco más de una década China comenzó a acercarse a la región latinoamericana con un foco preciso: el acceso a recursos naturales. Lo ha hecho a través de inversiones directas, líneas de financiamiento y asociaciones público-privadas en proyectos y, aunque con República Dominicana el acercamiento apenas comienza, la mirada asiática lleva años centrada en los metales comunes y otras materias primas.
El año pasado casi la mitad de las exportaciones dominicanas hacia China —un total de US$81.71 millones— fueron desperdicios minerales, cobre, hierro, acero y pulpa de madera, mientras que otra porción de US$57.7 millones fue de despachos de instrumentos médicos y productos farmaceúticos. El monto total de las exportaciones dominicanas al gigante asiático ascendió a US$168.94 millones.
El intercambio entre ambas naciones es muy deficitario para la República Dominicana: China envió productos al país por un valor de US$1,706 millones al cierre del año pasado.
Desde el establecimiento de las relaciones entre China y República Dominicana, autoridades de ambas naciones han mantenido contactos para evaluar el potencial de intercambio económico. Ha surgido interés en turismo, en proyectos de puertos de carga y cruceros, zonas económicas industriales especiales, desarrollo urbano y transporte terrestre.
El ministro de Energía y Minas, Antonio Isa Conde, dijo durante una entrevista con Diario Libre que, además, las empresas chinas han mostrado interés en las actividades mineras y en la exploración y explotación petrolera.
La mayor parte del nexo entre la nación asiática y el resto de América Latina y el Caribe se ha centrado en multimillonarias líneas de financiamiento que ha extendido China a sus socios de la región. Un estudio reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) detalla que entre los años 2005 y 2016 los préstamos chinos a la región han acumulado unos US$141,000 millones, una cantidad superior a todo el financiamiento que han otorgado el Banco Interamericano de Desarrollo en esos años. Los bancos de Desarrollo de China y el de Exportaciones e Importaciones de China han sido la fuente de esos recursos.
El reporte “Explorando nuevos espacios de cooperación entre América Latina y el Caribe y China” de la Cepal señala que los beneficiarios de esos préstamos —liderados por Venezuela, Brasil, Ecuador, Argentina y Bolivia— tienen la particularidad “de contar con importantes yacimientos de hidrocarburos, por lo que en algunos de los acuerdos se incluyó como contrapartida el compromiso de venta de productos petroleros dentro de las condiciones de los préstamos conferidos”.
Anoche hizo su arribo al país el canciller de la República Popular China, Wang Yi, quien fue recibido en el Aeropuerto Internacional de Las Américas por el embajador dominicano en China, Briunny Garabito, el viceministro de Relaciones Exteriores Hugo Rivera y un personal de protocolo de la Cancillería dominicana.
El canciller Wang, al bajar del avión saludó a la prensa al estilo militar, a una distancia de 50 metros, lugar donde esperaba el vehículo que lo llevó en caravana hasta la ciudad de Santo Domingo. El diplomático asiático arribó a bordo de un Boeing 737, matrícula B-3999 de China Popular, cuya procedencia no se pudo conocer, a pesar de las constantes preguntas hechas al personal de la embajada China. La agenda del embajador tiene prevista a las 8:00 am la inauguración de la nueva Embajada de su país. A las 9:30 am. se espera la audiencia con el presidente Danilo Medina en el Palacio Nacional y las 11:30 pm firma del memorándum de entendimiento con el canciller Miguel Vargas.
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